Vi ayer (quizás hace 3 meses ya ni me acuerdo de cuándo ) Godzilla y aunque tiene momentos que odio con todo mi corazón, me puso una sonrisilla en la boca que me dejó muy satisfecho como no me ocurría en una sala de cine desde que vi Jurassic Park siendo un renacuajo. Puedo decir mil cosas buenas de Godzilla y otras mil cosas malas, sólo digo que la vi en una sala Dolby Atmos y por esta sala, como espectador, he recuperado las ganas de ir al cine para sentirlo de nuevo como un espectáculo.
¿Sabes esa peli que hizo Guillermo del Toro el año pasado sobre unos robores muy grandes que se toñaban y que probablemente robara todo lo que Weta Workshop había desarrollado para un live action de Evangelion? Sí, hombre, aquella peli que protagoniza el de la serie de Los Ángeles Del Infierno pero que no son Los Ángeles Del Infierno por problemas legales… pues bueno, nada que ver.
En fin, ¿de qué va Godzilla? Pues mira, Kick Ass vuelve de dar estopa en una guerra de esas contra pakis o el pueblo con el que esté USA en guerra ahora, pero claro, para hacer que sea buen pavo, pos no es un soldado mata-mata, es uno que desactiva bombas, como el Jeremy Renner en The Hurt Locker, aunque sin estar to rayao ni tener mucha más profundidad, no sea que tal. El caso que el Kick Ass vuelve a su casa muchos después de un buen tiempo en el frente y por fin se va a reunir con su mujer, que es la de Martha Marcy May Marlene, la hermana Olsen que actúa bien… Pues no, porque su padre, Hal la está liando parda en Japón, y antes de eso, su madre la ha palmado en la explosión de un reactor nuclear, en plan Chernobyl pero grabado en 4K; El caso es que Kick Ass es gafe y todo lo malo le sucede a él. A lo largo de la peli, le suceden mil movidas del palo que se le muere su madre, su padre se queda tocadito de la chaveta, vivir una guerra, el matrimonio, que le arresten por colarse en sitios chungos en cuarentena, la muerte de su padre, el ataque de un bicho muy grande y feo, el mismo ataque de ese bicho en otro continente mientras el bicho se toña contra Godzilla, llamar a su piba para decirle que huya pero que esta más o menos no pueda, el ataque del bicho muy grande y feo en mitad del monte y escoñarse por un puente, y luego ya, otra vez, contienda final contra todo lo que le rodea… Lo que os digo un poco machacón…
El Godzilla de Gareth Edwards, contiene imágenes francamente memorables, una puesta en escena y una escala que hacía muchísimo que no veía tan bien aprovechadas. Además aporta unas soluciones de encuadre para reflejar la magnitud de las contiendas de las que se puede aprender mucho (Michael Bay, toma nota para Transformers 5). Godzilla tiene imágenes de una madurez y belleza insospechada y un guión escrito por un chaval de 12 años. La tensión que esto genera, difícilmente puede resolverse a favor de un equilibrio satisfactorio; la estructura narrativa es la clásica repetición por variación, salvo que apenas hay variación en los retos que debe superar el personaje/protagonista. La sensación que provoca es una especie de continuo deja-vu y hastío, un viaje de ida y vuelta sin moverse del sitio. También es cierto, que las situaciones a las que se enfrenta Kick Ass son bastante forzadas, y consigue estar en el ojo de todas las hogueras que se prenden a lo largo del metraje.
Vamos, que Godzilla, tiene ideas muy buenas y no sabe del todo qué hacer con ellas. A mi la película, me encantó. Me encantó porque conecté desde el minuto 1 con su interesantísima secuencia de títulos y entré en su propuesta, pero entiendo que analizarla es tumbarla y no dar dos duros por ella, pues no termina de funcionar ni como blockbuster chustero al uso, ni como película con intenciones avanzadas.
Si podéis verla en una salta Dolby Atmos, en 3D, a 4K y todo este rollo, francamente, os lo recomiendo. De otra manera, me da, que la experiencia, no es la misma.