Monthly Archives: November 2012

Detention.

Detention es una peli de 2012 dirigida por el tío que hizo Torgue y que nadie ha visto.

Los mismos nadie que no la han visto, son los mismo nadie que tampoco pueden saber cómo sería una película de John Hughes rodada hoy. Parece que no hemos encontrado su relevo generacional y que por mucho que se empeñen, Judd Apatow no le llega a la suela; y ojo, que Judd Apatow no le llega no por otra cosa que ir por caminos distintos; si Hughes usaba a los adolescentes para proyectar temores e inquietudes de los cuarentones middle class, Apatow, usa a los cuarentones para hablar de ese fenómeno silencioso recién bautizado como Adulthood.

John Hugues apenas dirigió 8 películas, si bien es cierto que ha escrito innumerable número de truños que de sólo mencionarlos dan arcadas, hay 3 películas que marcaron una época y fueron testigos de un cambio generacional que se estaba produciendo en la sociedad norteamericana. Un retrato de esa frontera difusa entre el DIY al Consume Yourself (Mac Gyver Vs. Risky Bussines). Ésas películas no son otras que Sixteen Candles (Dieciséis Velas), Breakfast Club (El Club De Los Cinco), y Ferris Bueller´s Day Off (Todo En Un Día). De la cultura del esfuerzo a la generación X. Los jóvenes serán potenciales consumidores y pasarían, vía tocar los güevos a los padres, a ser los próximos en alinearse con la sociedad del consumo.

Con Ferris Bueller´s Day Off , John Hugues le decía buenos días a la generación MTV; les hablaba directamente en un lenguaje con el que podían identificarse, y que además, comprendían y sabían gestionar; eran capaces de aprehenderlo tomándolo como suyo propio. Lo cuál introducía una importante variable en el patrón de comunicación con el target juvenil. Si antes los mass media buscaban en los jóvenes sus referentes para contar las historias y luego venderles una idea de juventud (desarrollando productos que fueran apetecibles), ahora serían los jóvenes quienes desde el otro lado, buscarían en los media una vía que autorizase y validase la imagen a imitar. Si tienes 15 años en el 87 y ves “Todo En Un Día”, lo único que quieres hacer con tu vida es transmutarte en una especie de dios de la popularidad estudiantil y conquistar la idollhood. Ser un adulto para tus congéneres y un adolescente sobrehormonado para tus mayores. Esa idea emergente de lucidez y rebeldía, picaresca blanda muy lejos de un discurso maduro y sostenible y muy cerca de una vía contestaria con la que expresar el malestar de la vida de los suburbios.  

A eso súmale que podría ser una versión edulcorada del Clay de Less Than Zero y tienes un melocotonazo inaudito.

Así nacen, por ejemplo, personajes como Parker Lewis o Michael Seaver. Se acabó buscar en tu clase quién era el que molaba. Ahora quien molará será aquél que se parezca más a Parker Lewis. Jóvenes en búsqueda de una identidad pervertida por los intereses económicos de Nike.

A Apatow le pasa un poco lo mismo; apenas ha dirigido 5 películas, varios cortos mierdosos, y algunos capítulos de televisión. Sin embargo, Apatow hijo ideológico de Hughes, se convierte en el padre creativo del homenaje definitivo a los teenagers de los 80´s con su “Freeks & Geeks” (un día de estos habrá un post sobre esta serie); que con la suficiente perspectiva y distancia, ofrece una mirada cariñosa, melancólica y con tintes críticos a los 80´s desde el punto de vista de los marginados de clase.

Venga, que sí, que Karate Kid o Back To The Future construían y ofrecían tanto en Dani-San como en Mcfly dos personajes carismáticos dignos de ser imitados; sin embargo, resulta más fácil, sobre todo por asequible, llegar a identificarse con un notas como Bueller cuya meta en la vida es pasarlo bien y faltar a clase sin que se note mucho que sentirse realmente identificado con un tío que le unta de hostias al del Cobra Kai o de un pavo al que básicamente su mejor amigo le construye una máquina del tiempo con un Delorean.

Luego llegaron los 90´s, Beavis & Butt-Head, Smell Like Teen Spirit y Prozak Nation y la posición que ostentaban estas películas, fue desplazada a un limbo de vergüenza ajena; pero si las boy bands y el grunge hicieron madurar de un plumazo a la cultura teenpop, tarde o temprano tendría que producirse una película que trajera de nuevo a los jóvenes a las salas de cine. Muchas de las propuestas de Hughes terminaban siendo bastante naives si se comparaban con Kurt Cobain metiéndose una escopeta en la boca y haciendo click, con lo cuál era inevitable que se produjera no sólo un punto de desconexión sino un punto de inflexión.

Ésta cult movie, será  American Pie, que traerá consigo sus consiguientes subproductos derivados hasta toparnos con Superbad; pero estas películas, no son más que variaciones  y perversiones del género. En la era de Brazzers y 2 Girls & Cup, ya no parece demasiado transgresor mostrar adolescentes volviéndose locos por ver unas tetas, follándose a una tarta o compungidos a la espera de ser invitados a una fiesta.

Quizás la mejor manera de expresar a qué nivel funciona Detention es escuchando el  Love Missile F1-11 de Sigue Sigue Sputnik incluido en la ost de Ferris Bueller´s Day Off.

Detention es el alpha y el omega del cine teen;  Contiene todo lo bueno, y contiene todo lo malo conviviendo y colisionando en el mismo nivel. Si en Missile  F1-11 tienes a Beethoven versionado por Walter Carlos a su vez variado por Sigue Sigue Sputnik, una triple intervención de la forma, en Detention ocurre exactamente igual, estás viendo la reformulación de Scream de los que vieron que Scream y quisieron hacer Saw pasando por Hughes; sabiendo que a su vez y en si, Scream ya es la revisión de los slasher de los 70´s / 80´s.

Es imposible que Detention tenga sentido por si sola. Detention es una casa llena de tus muebles de cuando te fuiste a la universidad, de fotos de ex-novias, y fiestas de cumpleaños en las que bebías tang. Detention, es una celebración de la nostalgia en manos de adolescentes que nacidos en la era de internet, no comprenderán cómo Hanson fue lo puto más con Ummm-bop o porqué el iphone no tiene cobertura en 1992.

¿Es Detention una buena película? Por supuesto que no. ¿Son buenas las patatas fritas? Por supuesto que tampoco. Detention, no es un retrato generacional, no propone un reflejo de la sociedad, Detention es una memoria plasmada; Detention es la respuesta que darías con tus colegas a ¿cómo podría mejorarse un El Club De Los Cinco?

Y eso es lo que ofrece Detention literalmente, una odisea en el tiempo, rescate de momentos épicos, manos cogiendo manos al borde del precipicio, la nostalgia de haber crecido a la sombra de una supra realidad cinematográfica que convertía tu vida en una puta mierda aburrida y sin emociones e intentar rebelarse tan loca e inutilmente que termina careciendo de significado alguno más allá del homenaje.

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Policías Polis (End Of Watch).

Gracias al movimiento de cámara tardo un rato en entender qué está pasando en End Of Watch; la película avanza ya 5 minutos y aún sigo sin ser capaz de descifrar las imágenes que me son mostradas. No me meto, no entiendo la propuesta y tampoco parece que haya mucho que entender. Por tramos, parece un found footage aunque no lo es. A veces parece una peli pero no. En ocasiones parece un documental y tampoco. Quiere ser una suerte de Thelma & Louise con policías calorros de la era youtube. To Serve & Protect & Enjoy.

Llega un punto en que me pregunto si la ha dirigido Gaspar Noé aún a sabiendas de que la respuesta es negativa y que End Of Watch la dirige (un tal) David Ayer. La idea es que tiene un savoir-faire a cinema verité que no le ayuda mucho al principio y que después se muestra como la única forma posible de contar la historia.

End of watch es la buddy movie definitiva y lo es por méritos propios. La peli parece realmente grabada por 2 colegas que han pillado una handycam y se han estado grabando de patrulla por un barrio chungo de capital. Imagínate Callejeros pero rodado por Werner Herzog con pasta y sin límites y con algo de FX caros, incluida la presencia de  unos villanos muy villanos, que dada su simpleza, desafían a todo lo conocido sobre los tópicos y arquetipos.

Why they call you”Big Evil”?
…Because my evil is big.

A todo esto, ¿de qué va End Of Watch? Pues mira, es fácil, Zavala y Taylor son dos patrulleros que apatrullan la ciudad y que se encuentran con movidas chungas oscuras y muy relacionadas con el cártel de Sinaloa (creo que estos se han documentado viendo Breaking Bad más que otra cosa). Casi todo lo que les ocurre es de casualidad, no hay una intencionalidad en su devenir, van atendiendo llamadas y adscribiéndose a la trama pasivamente.

2 Cops 1 Car Reactions.

Los dos protagonistas, Mike Zavala (Michael Peña) y Bryan Taylor (Jack Gyllenhaal) son bastante idiotas, se comportan como idiotas, tienen diálogos idiotas, hacen cosas idiotas y…y…  y he tenido que buscar la palabra idiota en el diccionario para cerciorarme de que los protagonistas, son tontos, cortos de entendimiento y que (aparentemente) carecen de instrucción a tenor de cómo se comportan reaccionan y actúan.

Loca Academia De Cineastas.

Más de la mitad del tiempo no te interesa una mierda lo que les ocurre, no tienes claras sus motivaciones y ni siquiera si existe un conflicto real que haga que la trama avance. El punto de vista, pese a la intencionalidad intimista y veraz de éste, se lo saltan a la torera y ya al final, de repente, se marcan un flashback que no viene a cuento y no se justifica de ninguna manera, incluso en la parte de la boda hay por ahí un par de insertos que dices madre mía pero y a éste por qué le dan protagonismo… No se puede hablar estrictamente del trabajo de planos, encuadres o luz, pero sí de montaje y edición, cosa que bueno, lo dicho anteriormente, no hay un trabajo que resalte sobre el que hablar profundamente salvo el par decisiones de montaje que se toman tras el clímax.

No tengo tan claro que una película como End Of Watch pueda dirigirse en vez de planificarse; La movida es un poco, vamos que tu metes a dos notas en un coche a dar vueltas durante una semana y les vas diciendo ahora habladme, por ejemplo, del partido de anoche, y ahora habladme un poco sobre la paternidad, y ahora aprovechando que estamos de noche, vamos a hablar un poco de tomar café vs. tomar red bull… luego lo mezclas con unas cuantas escenas de tiros rodadas a lo Michael Mann pero sin idea, y aproximadamente te sale esto. Probablemente haya muchísimo de improvisación, y se deposite demasiado en la química entre Gyllenhaal y Peña o en las subtramas; las que de manera portentosa se funden en uno con la trama principal sin que lleguen a verse afectadas o comprometidas entre ellas (lo cuál da a pensar que esta falta de influencia implica un guión endeble o poco trabajado).

Aquí es cuando les ocurren movidas chungas y oscuras.

El caso es que a pesar de que esto puede considerarse perfectamente anticine y que es una clara víctima transmedia de su tiempo, End Of Watch tiene un noséqué que me ha atrapado. Es, sin posibilidad de duda, una peli de personajes; y de personajes bastante bien construidos y desarrollados; hacia el final ya lo sabes todo de ellos, lo que eran pinceladas y brochazos, al alejarse y ganar perspectiva dejan ver The Big Picture. El Gyllenhaal y el Peña parecen tan metidos e integrados con el papel y la propuesta que realmente transmite la sensación de 2 policías polis que sí que podríamos ser tu y yo, limitados, vulnerables, dubitativos, con problemas mundanos y sin demasiadas aspiraciones, simples pero sin pretensiones y en esto último, en la falta de pretensión es donde me funciona y me atrapa. En que son dos pavos que hacen la suya, a los que llegas a entender y a relativamente apreciar y por los que terminas sufriendo y padeciendo. Es una visión expresada con cierta ingenuidad e inocencia en su mirada que no debe hacernos olvidar que en el cine nada sucede por casualidad. 

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